Historia Lista Blanca

 

"Jorgito no vacila, ni retrocede ni negocia"

Historiadores y conocidos de Di Pascuale aseguran que el dirigente sindical tenía alma de líder. Dotado de fuertes convicciones, jamás se dejó llevar por intereses personales y fue siempre fiel a sus compañeros de lucha.

TESTIMONIOS SOBRE DI PASCUALE
Dice el historiador Eduardo Luis Duhalde: “Era casi un chiquilín cuando Di Pascuale da sus  primeros pasos, previos al golpe de 1955 (por eso siempre la vieja militancia lo llamó Jorgito y otros, como Raimundo Ongaro, “Pascualito”). Cuando el Movimiento Obrero se rearma en la clandestinidad de la Resistencia en los años 1956 y 1957, Jorge integra la “C.G.T. Negra” y la “CGT Auténtica”, son años duros y difíciles, de cárcel, torturas y fusilamientos.  “Jorgito” Di Pascuale no vacila, no retrocede ni negocia. Tiene el coraje del convencido, del militante firme, no el del matón, sino su imagen contraria.

Varias veces, a través de esos veinte años de actuación pública, tratarán de silenciarlo, enviándolo a la cárcel (su último proceso – por “instigación a la rebelión y apología del crimen” - fue durante el gobierno militar del general Agustín Lanusse). A partir de entonces, la tarea de Jorge se multiplica. En lo interno, comienza a consolidar el gremio y a organizarlo sólidamente junto a sus compañeros inseparables Alfredo L. Ferraresi, Horacio Mujica y José “Pepe” Azcurra; entre otros. Hacia afuera, participa en 1957 del histórico congreso de La Falda, donde el Movimiento Obrero elabora un programa revolucionario para enfrentar la crisis nacional. Además, funda la “Intersindical”1 con el objetivo de arrancarle al gobierno la normalización de los Gremios intervenidos hasta que se crean las “62 organizaciones peronistas” y Jorge integra la mesa directiva de esa nueva  instancia de organización peronista.

La figura de Jorge crece en la acción y de a poco se va convirtiendo en una pieza clave de la lucha contra la entrega del país.

En 1958, la huelga en todo el país se multiplica y especialmente la que se realiza en Mendoza hace que el gobierno decrete el Estado de Sitio. Ello lleva  a  la cárcel a Framini y otros dirigentes, por lo que una nueva camada de cuadros intermedios aparece conduciendo la lucha, entre ellos Di Pascuale. Éste cumple una destacada acción en la toma del Frigorífico Nacional “Lisandro de la Torre”, donde nueve mil trabajadores acompañan a Sebastián Borro enfrentando  las tanquetas militares y protagonizando una de las más grandes gestas de la resistencia peronista.”

Recuerda Sebastián Borro2: “Conocí a Jorge Di Pascuale allá por julio o agosto de 1957. Yo acababa de salir de la cárcel de Chubut y él se había hecho cargo del Sindicato de Farmacia, y ya integraba la Intersindical que daría paso a las 62 organizaciones peronistas.

Jorge tendría para esa fecha 24 ó 25 años y demostraba una capacidad de trabajo muy grande... Cárceles, persecuciones, reuniones, incontables viajes al interior a normalizar delegaciones, nos hicieron prácticamente inseparables.
Eran épocas en que la lucha del peronismo transitaba fundamentalmente por las organizaciones gremiales. Las 62 organizaciones eran la cara visible del movimiento peronista y, por lo tanto, en su seno se debatían las posturas que luego se mantendrían por muchos años más”.

1 Los sindicatos y delegaciones regionales recuperadas formaron la "Intersindical', que el 12 de julio de 1957 lanzó un paro general que fue acatado en todo el país, obligando al gobierno a convocar al Congreso Normalizador de la CGT intervenida hasta ese momento por el Capitán de Navío Patrón Laplacette.